Estas fotografías fueron tomadas durante las semanas previas a mi emigración del Reino Unido. Recorría las calles con mi cámara, intentando capturar algo que sabía que estaba a punto de perder.
Londres fue mi hogar durante 38 años. Era parte de mi identidad, de mi historia. Al irme, no sabía cuándo volvería ni qué encontraría al regresar. Esta serie se convirtió en un intento de preservar el lugar que conocía: no solo su arquitectura, sino su ritmo, su atmósfera, sus fragmentos cotidianos.
La ciudad aún existe, pero el hogar que fue mío ya no.